Con la subida de las temperaturas nuestro cuerpo pierde más líquido de lo habitual a través de la transpiración, que es constante. Por este motivo es necesario que repongamos los líquidos que perdemos a través de la ingesta de agua. Pero no solo el agua puede ayudarnos, sino que existen infinidad de
frutas de verano que además de reponer líquidos nos ofrecerán otra serie de beneficios.
La naturaleza es sabia, y por eso en la época en la que el calor más aprieta nos brinda infinidad de frutas destinadas a paliar este calor. Es importante que sepamos las diferentes opciones que tenemos a nuestra disposición para
mantenernos hidratados y contribuir a mejorar la salud de nuestro cuerpo. Es importante que repongamos sales minerales y líquidos para mantener una buena hidratación. Para ello la fruta es una de las mejores opciones.
La sandía y el melón son frutas estrella en los meses que el calor más aprieta. Esto se debe a su alto contenido en líquidos y su bajo aporte calórico. A pesar de todo son frutas que nos ofrecen grandes dosis de energía. Es importante destacar su alto poder antioxidante. Concretamente la sandía contiene altas dosis de licopeno, que protege las células de los ataques de los radicales libres, ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro de las células y con él determinados tipos de cáncer. Ambas frutas tienen un alto poder depurativo y diurético del organismo.
Otra de las estrellas del verano son
los melocotones. Se trata de una fruta con un alto aporte de líquidos, ya que casi el 85% de su contenido es líquido. Pero además destaca por su aporte mineral y vitamínico. Concretamente es rico en vitaminas del tipo B, vitamina C y A. Todas ellas necesarias para mantener unos tejidos en perfectas condiciones. Además nos aportan altas dosis de minerales como fósforo, magnesio, calcio, hierro… lo que les convierte en un buen aliado para reponer las sales minerales que perdemos a través del sudor.
Una variante del melocotón, y que se ha convertido en un imprescindible del verano son
las nectarinas. También tienen un alto contenido en líquidos que nos ayudan a hidratarnos con el mínimo aporte calórico. Al igual que los melocotones son una buena fuente de vitaminas y minerales que nos ayudan a mantener un equilibrio orgánico necesario para tener una buena salud. La nectarina está a caballo entre el melocotón y
la ciruela, otra fruta propia de estas fechas, que nos aporta altas dosis de hidratación, a la vez que nos brinda la fibra necesaria para mantener el organismo libre de residuos.
Las cerezas también son una buena opción para refrescarnos en verano, y es que contienen altas dosis de líquidos cargados de minerales como el potasio, el hierro o el calcio entre otros. Además nos aportan importantes cantidades de vitamina C, A y del tipo B. Todas ellas necesarias para el buen funcionamiento de los órganos que conforma nuestro cuerpo.
Es importante que tengamos en cuenta que cuando más aprieta el calor la fruta puede ser un buen aliado para hacer que repongamos todo lo que perdemos a través del sudor. Eso sí, nunca debemos dejar de lado una correcta hidratación a través de la ingesta de líquidos.