IDENTIFICAR Y REDUCIR LAS FUENTES DE ANSIEDAD
La mayor parte de su ansiedad no es generada por los acontecimientos, sino por el significado que usted les confiere. Eso es algo que puede aprender a controlar.
La fuente más común de ansiedad es pensar en términos de “debería/debo”.
NECESIDADES Y CREENCIAS
Necesidades psicológicas: la de dar y recibir amor, la de pertenencia y de sentirse importante, la de sentirse seguro, la de explorar y aprender, la de crear, la de mantener una relación estable y la de hallar un sentido a su vida. De niño, usted aprendió a satisfacer esas necesidades imitando los comportamientos de los adultos, a través del modo en que fue disciplinado y entrenado, y experimentando las consecuencias de sus acciones mediante un proceso de ensayo y error.
Creencias:
v Creencias acerca de usted mismo
v Creencias acerca de los demás
v Creencias sobre el mundo
Gran parte de estas creencias son irracionales e irreales. El resultado trágico es que la mayor parte de las personas pasa toda su vida basando sus acciones en un conjunto de creencias esenciales desarrolladas en la infancia.
CÓMO SE GENERAN LAS EMOCIONES
La mayor parte de nuestras emociones son el resultado de las interpretaciones que usted hace de acontecimientos que tienen lugar a su alrededor.
La interpretación se produce con mucha rapidez y habitualmente de manera inconsciente.
La capacidad de la mente para interpretar acontecimientos de manera rápida y automática ha conducido a la concepción errónea, ampliamente difundida, de que las personas y los acontecimientos generan emociones.
Si esta idea errónea fuese cierta, un acontecimiento específico generaría la misma emoción en todos los que la experimentan.
¿Por qué tenemos emociones?
Las emociones son parte de un intrincado mecanismo biológico heredado y diseñado para ayudar a sobrevivir.
Las emociones también cumplen estas funciones en los humanos. Puesto que los bebés no tienen lenguaje verbal, los padres se basan en las expresiones emocionales para guiar su interacción y evaluar las necesidades de un niño. La expresión emocional en los adultos habitualmente es una forma más poderosa de comunicación que la expresión verbal.
Las emociones en los animales están controladas por el instinto o una combinación de instinto y tipos simples de aprendizaje. En los humanos no existen instintos verdaderos.
Hacia la época en que una persona se convierte en un adulto, todo su mecanismo emocional es controlado por un conjunto complejo de creencias y pautas de respuesta aprendidas.
Las emociones funcionan de la manera siguiente. Una parte de su mente evalúa constantemente los acontecimientos en términos de sus necesidades y deseos. En general, de modo automático e inconsciente. Si una necesidad o deseo es o puede ser satisfecho, usted experimenta las diversas emociones positivas, tales como goce, excitación o satisfacción. Si está presente una amenaza, usted experimenta enojo (que va desde la irritación a la rabia) o miedo (que va desde la aprensión al pánico). Si sufre una pérdida, usted experimenta tristeza, pesar o depresión, dependiendo del carácter de la pérdida. Por supuesto, los acontecimientos suelen ser complejos. Pueden satisfacer algunas necesidades y frustrar otras. Esa es la razón por la que a menudo, se experimentan emociones mezcladas.
Cuando las emociones motivan que usted emprenda acciones que le ayuden a responder efectivamente a la oportunidad, pérdida y peligro, logrando sus objetivos vitales, son emociones de autosatisfacción.
A veces experimentamos emociones autofrustrantes que interfieren en la capacidad para ser efectivos en las relaciones, en el trabajo y en el juego, y que nos impiden alcanzar nuestros objetivos vitales. Las emociones pueden llegar a ser autofrustrantes si se producen cuando no existe ninguna razón aparente para que ocurran, si se dan en un nivel exagerado de intensidad o si duran un período prolongado de tiempo.
Si la función de las emociones es ayudar a protegerlo y satisfacer sus necesidades ¿por qué experimenta sensaciones autofrustrantes? Porque toda persona tiene al menos algunas, y en la mayoría de los casos muchas, creencias y pautas habituales de pensamiento que son irracionales o irreales. Esto provoca el proceso automático de evaluación para interpretar acontecimientos de una manera irracional o irreal y activar emociones autofrustrantes.
Pautas habituales de pensamiento
Una de las maravillas de la mente humana es su capacidad para aprender una acción tan bien que ésta llega a ser automática.
El modo en que pensamos, las palabras que utilizamos y los acontecimientos que escogemos para recordar y centrarnos son pautas automáticas de hábito. Lamentablemente, usted desarrolla muchos modos irracionales de procesar información que ahora son parte de este proceso automático de pensamiento que contribuye a su ansiedad.
Dentro de usted ocurre un diálogo constante, el autodiscurso. La mayoría de los autodiscursos toman la forma de frases repetidas una y otra vez. La otra parte de este proceso de pensamiento interno y automático se refiere a los recuerdos que usted elige rememorar y a los acontecimientos en los que escoge centrarse.
Una amplia variedad de recuerdos entre los cuales escoger, normalmente rememora aquellos que refuerzan su estado mental presente. Cuando está triste, evoca recuerdos tristes. Cuando se siente feliz, evoca recuerdos agradables. También tiene un conjunto de historias y explicaciones memorizadas que recuerda en acontecimientos y situaciones específicas.
Del mismo modo, tiene un punto de vista selectivo y advierte sólo ciertos aspectos de la vida cotidiana. Sólo es capaz de ser consciente de defectos y errores, o puede ser consciente de oportunidades y de los aspectos positivos de las situaciones en las que se encuentra. El autodiscurso automático, el recuerdo selectivo, las historias y explicaciones preparadas y los puntos de vista selectivos conforman sus pautas habituales de pensamiento. El proceso de interpretación que genera sus emociones se basa, en su mayor parte, en una combinación de estas pautas de pensamiento automáticas y habituales, con sus creencias. Al cambiarlas, puede cambiar el modo en que interpreta los acontecimientos, alterando su experiencia vital de manera espectacular y positiva.