Son muchas las personas que toman como
merienda leche con galletas. En un principio es una merienda perfecta, ya que combina hidratos de carbono de las galletas con proteínas y grasa de la leche, sin olvidar vitaminas A y D y minerales.
El problema suele venir en el
tipo de galletas que comemos. Si miramos en la composición y abundan los azúcares, malo. Eso significa que están hechas con harinas refinadas. Si el contenido graso también es alto será por la inclusión de chocolates o mantequilla, lo que eleva mucho el contenido calórico.
En el tema de las galletas, cuanto menos cosas lleven mejor, porque al final todo va encaminado en aumentar las calorías y grasas saturadas. Las
galletas tipo María suelen ser una buena elección, altas en carbohidratos complejos y bajas en azúcares y grasas.
Como siempre decimos, no pasa nada por comer un par de días a la semana galletas de chocolate o con extra de calorías, el problema es cuando esto se convierte en una costumbre. También tenemos que tener en cuenta a la leche. Si seguimos una dieta hipocalórica mejor elegir una semidesnatada y no pasarnos con la cantidad de azúcar y cacao.
Por último, os dejo una tabla donde podéis ver la composición nutricional de las galletas de referencia en las tablas de dietas, las galletas tipo María: