Qué pereza me dio hoy ir al gimnasio... el tiempo parece que mejora pero por la mañana estaba chungo.
Me costó pedalear en la bici. Pero parece que superé esa pereza inicial tras 5-10 minutos... estaba temblando porque ayer, me costó hacer menos ejercicio del que estoy acostumbrada. Sin embargo, al subir a la elíptica, toda esa pereza, esa sensación de que me costaba pedalear se había esfumado.
Así que lo de siempre, 30 minutos de bici, 45 de elíptica, series.
45 minutos de Pilates... con aro. Me pasó un detalle simpático con el profesor: se acercó a mi y extendió el brazo para coger mi aro, yo lo vi con el brazo extendido y extendí a mi vez el brazo contrario al que llevaba el aro, y le estreché la mano. Él me miró como diciendo que no era eso lo que quería... le estreché la mano aún más fuerte y, cuando él me quitó el aro con la otra mano, entonces me di cuenta de para qué había extendido el brazo. Me dio un ataque de risa que me duraría un buen rato.Él también sonrió.
Tengo cada despiste a veces...
Por cierto que el monitor de la sala no me enseñó los estiramientos pero yo tampoco fui a buscarlo porque había calculado el tiempo justo para hacer lo que suelo hacer antes de ir a Pilates, y no me apetecía volver a perder tiempo. Tal vez mañana.
Comida: verdura cocida con huevo cocido, lenguado a la plancha. Dos nísperos, 4 picotas, café con leche desnatada.
Ayer sufrí un ataque de hambre.. volví del concierto de música hindú al que había ido sola -
no encontré con quién ir- y era ya tarde, empecé a sentir mucho apetito. Me comí dos alvaricoques que no me llenaron en absoluto; traté de esperar un tiempo sin tratar de resolver el tema de ingerir comida (tal y como se recomienda para las obsesiones). Me acosté de muy mala gana y me quedé dormida. Ésta vez, gané yo... la próxima, veremos. Se intentará seguir evitando darme un atracón.
Por cierto, el concierto, muy relajante y buenos instrumentistas (violín y tabla hindú al que se le añadiría posteriormente guitarra española -
a mí no me gusta la fusión en general, y en esta ocasión, no fue distinto-) pero, tal y como comentamos una chica que se puso a mi lado en el concierto y yo, sería ideal sentarse en un cojín a escucharlo sin ruido de fondo con las piernas cruzadas-
caja registradora, ruido de vasos, gente hablando o pidiendo consumiciones- Y, yo, además, añadiría que sin humo de cigarrillo -la gente en esos sitios fuma muchísimo- Claro, así quién se relaja!
Así que cuando llegó la parte de la fusión me marché por donde había venido, aunque no dejaba de ser una cosa curiosa, mezclar guitarra española con música hindú.