Pues sí, a principios de este mes toqué fondo... ya no podía más con mi aspecto, me probé la ropa de invierno de la temporada pasada y nada me cerraba, nada!.... me puse a llorar como una loca, a reprocharme a mí misma que mucho quejarme, mucho quejarme pero no paraba de zamparme todo lo que hiciera falta, que no hacia nada por mi cuerpo...me insultaba a mí misma, por desgracia mi hija se enteró, llegó al dormitorio, me encontró en un mar de lágrimas, desesperada, con un montón de ropa encima de la cama y me dijo: " mami no llores, no te digas cosas feas, ponte cualquier cosa que tu estás guapa con todo y llevo ya mucho rato esperándote para ir al parque"... luego llegó mi marido y me dijo que ya se habia acabado, que ésto iba a acabar conmigo, con nosotros... que me buscara una dieta, que me iba a acompañar y empezábamos el lunes SÍ o SÍ... mi hija me encendió la luces de emergencia ( tenia razón, me estaba comiendo "su tiempo" con mis amarguras) y mi marido me dió el empujón que tanto necesitaba para saltar al vacío...
Mi cambio empezó el pasado día 8, hacía mucho, muchísimo tiempo que no me tomaba algo tan en serio, no me paso en absolutamente nada y cada día me pongo el chándal, me planto mi aparatito de cardiofrecuencia y, ala, a andar por el inmenso parque que tiene mi barrio cada día con Miguel. Jamás he andado tanto, con tanta fuerza, tantas ganas... jamás...
Si algo tengo claro es que ya no pienso parar, voy a por todas, YO PUEDO