Pero con vómitos fuertes, diarrea, visita a urgencias... y ahora a dieta blanda. Y faltando al trabajo, claro, pero bueno, que piensen lo que les dé la gana.
Tras pensarlo mi mozo y yo llegamos a la conclusión de que puede que nos siente mal almacenar en garrafa de plástico el agua que nos traemos de manantial del pueblo de él al que añaden un poco de cloro pero que no deben analizar demasiado. O bien es el hecho de tenerla almacenada sin usar durante días, vaya usted a saber. Hemos decidido eliminarla.
Hablando de otra cosa, hemos elegido ya la invitación. Es muy sencillita. También nos imprimirán cartoncitos para atar con rafia a los detalles de los invitados. Queda ver si quienes nos los fabriquen, nos los atarán a mano a los regalitos.
Hemos pedido presupuesto de la alianza que le gusta a él, que es un poco cara. Pero él quiere dos líneas que se entrecrucen en el anillo, porque para él, simbolizan dos vidas que se entrecruzan. Anda que no es romántico mi niño ni ná.
Y hablando de romanticismo, se acerca San Valentín. Muchos pensamos en que la fecha es comercial, pero así a todo se agradece un detallito, nadie dice que tiene que ser un detallito comprado. A él no le gusta, pero sí le gusta, por ejemplo, disfrutar ese día de un momento especial conmigo, o hacerme algún detalle no comercial. Yo el primer año que lo conocí, le regalé, porque tenía miedo que me pasara como otra vez con otro novio, que yo no le regalé pero él a mí sí. Claro, me dijo que no tenía por qué regalarle nada y yo me llevé un poco de chasco, cómo no, pero se me pasó enseguida. De aquella no nos veíamos todos los días, y lo que sí hizo fue arreglárselas para pasar la tarde conmigo.
Bueno, lo celebréis o no lo celebréis, disfrutad de ese día con vuestra pareja y los que no la tengáis, pues que tengáis la oportunidad de conocer a alguien especial.
Yo seguiré aquí con lo de la dieta blanda. Pero no me presento al 1% porque, aunque no esté en las bases Silva, el resultado de la pérdida de peso no es válido je jejeje.