Sigo trabajando en el libro de la ansiedad, para el momento en que vuelva a mi trabajo y la sufra todavía más. Estoy en el capítulo nueve, que es bastante denso y avanzo despacio, lo colgaré en cuanto termine de pasar el resumen a word.
Me viene de perlas por mis obsesiones-compulsiones. Tengo varias relacionadas con el hecho de revisar excesivamente cosas. Que si tengo las llaves en el bolso. Pues lo reviso cuatro o cinco veces. Que si he dejado la puerta de casa abierta, la cocina o el horno encendidos, etc. Vuelvo a revisarlo tropecientas mil veces. Y así con más cosas. Y en el trabajo me pasaba lo mismo con los documentos que hacía. Tengo que decir, que han disminuido mucho desde que hago dieta y ejercicio. Todo está relacionado.
Todo ello me supone perder tiempo y me genera bastante estrés. Así que estoy en ello, siguiendo los ejercicios del capítulo 9, para combatirlo. Ya os contaré.
Mi chico llegó un poco gruñón ayer del trabajo y me dijo varios defectos en mi tarea de llevar una casa como por ejemplo, que usaba demasiada agua caliente. Para decir defectos es mejor empezar con la formulación del tipo "Haces muy bien esto pero... o esto se te da mal pero haces muchas otras cosas bien"... es decir, diciéndolo de forma positiva a la otra persona.
Encima, no le gustó la cena y, en lugar de habérmelo dicho el día anterior cuando le dije lo que iba a poner, va y me lo dice cuando es demasiado tarde.
Debía venir un poco estresado del trabajo porque no es algo habitual en él. Me comí yo su cena y encima, tiré una sopa que me quedó ácida (tal vez la cebolla estaba mal o eché demasiada, quien sabe) estropeé un caldo de pollo auténtico que hice para la sopa -
no, no creáis que hago eso siempre, solo que, como no nos acordamos de congelar en trozos más pequeños las bandejas de carne y pescado para cuatro personas o más, pues tocó yo comer zancos de pollo guisados tres comidas consecutivas y, como no, todavía sobraron zancos y pensé, pues los cuezo para que no se estropeen y ya puestos, aprovecho el caldo para otra cosa-. Pero el tema salió mal. No importa, más se perdió en la guerra de Cuba.
Total, que acabó cenando un poco de paté y embutido con pan.
Y ahora estoy pensando aprovechar esos trozos de pollo cocido para hacer unas croquetas, pero deben dar un chollo que no veas...hoy no, desde luego. Tengo varias cosas que hacer.
Bueno, pues después de un rato mi chico se debió dar cuenta de que no estuvo muy fino conmigo e hizo que me sentara después de cenar y recogió él todo solo y cargó un lavaplatos. En el fondo es un amor, debía tener simplemente un mal día.
El fin de semana le pegamos los dos al piso una buena batida (baños, polvo, aspirar, ordenar terrazas) además de una compra grande y plancha y cocina. Bueno, intento acostumbrarme a la cantidad de cosas que hay que hacer llevando una casa. O intentamos acostumbrarnos, más bien.
Lo fastidioso es que habiendo aspirado todo el sábado a golpe de miércoles ya se estén acumulando las pelusas por doquier. Y la rabia que te da manchar algo que acabas de limpiar! grrr....
me estoy volviendo toda una "maruja" en el sentido de la palabra y probablemente os esté aburriendo con este post pero no era mi intención
I´m sorry.
Buenísimo el libro de "Cocina para novatos" me está sacando de más de un apuro. Hoy voy a hacer pisto, rico y muy sano.
Hablando de otra cosa, estoy bastante triste porque una pareja de amigos que estaban en trámites de adoptar -
ella tiene ya 42 años- de repente la despiden a ella después de muchos años en la misma empresa. No sólo se verán con un sueldo solo para vivir los dos -ella es autónoma y por tanto no tendrá paro- sino que además perderán la oportunidad de adoptar. Y son bastante mayores y no pueden esperar mucho más. La cuestión es que son la típica pareja de gente estupenda, generosa, cariñosa y amiga de sus amigos, sin vicios de ningún tipo, trabajadores natos, y no es justo que en este momento de sus vidas se le vaya todo a la mierda. No es justo. Tener un hijo era su sueño. Ahora ese sueño va a ser muy difícil que se convierta en realidad.