He hecho montones de gestiones relativas al piso, a cosas que tienen que montar en él y colocar en él. No quiero aburriros con la descripción pero fueron bastantes llamadas, viajes y esperas para que los que transportaban las cosas se pasaran por el piso. Y aún faltan cosas por transportar y montar.
Y, por la tarde, empezar a desempaquetar, lavar, secar y guardar en el piso las cosas que tenemos y que estaban guardadas en varios trasteros. Una cosa buena fue que el lavaplatos, nuestro minilavaplatos, lava perfectamente. Eso sí, tarda bastante, se nos hizo de noche y hubo que dejarlo en mitad de un lavado.
Entre colocar plato y plato, mi novio y yo brindamos con un benjamín de champán para celebrar el estrene del piso. El sábado ya lo celebraremos con la family.
Estoy agotada, pero el piso va cobrando forma. Falta la cama, y montar un tendedero en la pared de la terraza, entre otras cosas. Luego habrá que ver qué más hará falta comprar.
En cuanto a comida, me porté bien, judías cocidas con zanahoria y patata y dos huevos escalfados. Postre: un pelín de sandía y un poquito de melón. Café con leche desnatada. Me he olvidado mencionar que el desayuno fue el de siempre. Cena: más judías y dos nísperos.
Por cierto que no me dio tiempo a mis ejercicios cardiovasculares habituales y tan sólo hice pilates.... he de decir que salí del gimnasio con la sensación de que no había hecho nada de ejercicio
Pilates sin cardio es como un fantasma sin castillo. A pesar de todos sus beneficios. Espero no perder mucho más gimnasio por culpa de temas del piso...