LECCIÓN 7: LLEGAR A SER UN REALISTA POSITIVO (II)
Separar el pasado del presente
A menudo las personas reaccionan ante el presente como si se tratase del pasado, aun cuando los dos sean muy diferentes. Acontecimientos inofensivos pueden activar la ansiedad y el discurso negativo. Cuando suceda esto, utilice el autodiscurso racional para recordarse que, si bien la amenaza que teme pudo haber sido real e importante en el pasado, ahora ya no existe o es un problema secundario.
Evitar la exageración de la importancia de objetos y acontecimientos “especiales”
Cuando una persona exagera la importancia de objetos o acontecimientos especiales, puede llegar a ser la fuente de la anticipación negativa. Periódicamente utilice diferentes artículos o disfrute con otros eventos que no sean sus favoritos.
Pensar o actuar como una víctima
La tendencia a pensar o actuar como una víctima es muy común. Las personas con este rasgo se sienten ineficaces debido a la creencia errónea de que tienen poca o ninguna capacidad para ejercer una influencia positiva sobre los acontecimientos. Los ejemplos siguientes de autodiscurso son afirmaciones comunes de víctima. Coloque una marca junto a cualquiera que usted utilice.
v Si al menos… las cosas fuesen diferentes.
v Es su (de él o de ella) culpa.
v Él (ella, ellos, ellas) me pone furiosa (ansiosa, triste, etc.).
v Siempre he sido así.
v Desearía poder hacerlo todo otra vez. Entonces las cosas serían diferentes.
v Así es como soy.
v No se pueden enseñar nuevas mañas a un perro viejo.
v No puedo ayudarme.
Utilice las actividades siguientes para aumentar su sensación de poder personal y reforzar su creencia en usted mismo y su capacidad para incidir en los acontecimientos de una manera positiva.
Desarrollar una fuerte creencia en su capacidad para controlar y cambiar sus emociones
“Las personas y los acontecimientos no son los que generan las emociones, sino el significado que uno da a las personas y a los acontecimientos”.
Cada vez que se advierta pensando o actuando como si una persona o acontecimiento le hiciera sentir de algún modo, recuerde el modo en que se generaron las emociones. También es útil recordar que las personas y acontecimientos no pueden hacer nada, excepto, en el peor de los casos, dañarlo físicamente o privarlo de algo que usted quiere.
Sus creencias y actitudes sobre los acontecimientos generan dolor psicológico y le provocan inquietud. La mayor parte de su padecimiento debido a su inquietud es causada por su propio pensamiento distorsionado y su constante repetición de él.
Desarrollar una fuerte creencia en el poder del presente
Muchas personas creen erróneamente que son controladas por el pasado, que una vez que algo influye fuertemente en sus vidas continúa determinando sus sentimientos y su comportamiento. Esta idea es una sobregeneralización falsa. Por ejemplo, si una vez se sintió débil ello no quiere decir que siempre deba sentirse débil. Esto provoca la creencia irracional de que el pasado determina su futuro y se convierte en una profecía de autorrealización.
Cuando se halla fuertemente influido por el pasado, los sentimientos sobre personas y cosas de este a menudo son transferidos al presente.
Su presente es el pasado de mañana. Creer que hoy es su “momento de fuerza” le ayuda a evitar la repetición de errores que cometió en el pasado.
Cada vez que se advierta haciendo algo autofrustrante y utlizando frases tales como: “si al menos…”, “siempre he sido así”, “siempre lo he hecho así” o “no puedo cambiar”, para justificar el comportamiento, desafíe su pensamiento con un autodiscurso racional. Utilice las ideas incluidas en esta lección para desafiar la concepción de que el pasado le obliga a actuar de una manera determinada.
Luego evalúe de modo realista sus necesidades y deseos y haga una elección basada en el presente.
Desarrollar la capacidad de aceptar la frustración y la pérdida
Las frustraciones y las exasperaciones son una parte normal de la vida cotidiana. Desarrollan el autodiscurso racional que refuerza la creencia de que se puede vivir bastante bien a pesar de su existencia. Esto le ayuda a considerarlas como no deseables, pero no como insoportables o intolerables.
Otra estrategia importante que utilizar cuando se enfrente con la lesión física, el despojo, el dolor o la enfermedad reales es la distracción. Si bien no afecta a la fuente del problema, le ayuda a salir adelante con situaciones difíciles después de haber hecho lo que resultaba práctico para eliminar o disminuir sus circunstancias dolorosas.
Culpabilizar
Refleja una imposibilidad de asumir responsabilidades y acciones en nuestra vida. Las actividades siguientes están diseñadas para eliminar este tipo de comportamiento autofrustrante.
Asumir la responsabilidad de su vida
Cuando usted busca chivos expiatorios y culpa a otros de sus problemas, se vuelve ineficaz y pierde la capacidad de cambiar las cosas para mejor. Solo cuando asume la responsabilidad de los problemas recupera la capacidad de emprender acciones constructivas. Cada problema que tiene es SU problema. Las soluciones a sus problemas sólo llegan cuando usted emplea su tiempo y energía en escoger acciones efectivas.
Un buen ejemplo de ello es cuando sufre un daño físico. Tiene que detenerse en qué hay que hacer para curar la herida.
Distinguir entre responsabilidad y culpa
Su objetivo es simplemente determinar qué sucedió, a fin de poder identificar si algo puede hacerse de manera diferente en el futuro para impedir la recurrencia de este tipo de desdicha.
Si habitualmente condena y culpabiliza a los demás, probablemente también se aplica a usted mismo sus pautas culpabilizadoras. Esto en general causa una considerable cantidad de autoaversión y sentimientos de inutilidad en los que usted es “malo”. Distinguir entre responsabilidad y culpa resulta más fácil cuando se llega a aceptar más las debilidades y las imperfecciones humanas. Tenga en cuenta la posibilidad, en realidad la certidumbre práctica, de que usted y los demás continuarán cometiendo numerosos errores y equivocaciones. Cuando se juzgue con dureza, utilice un autodiscurso como el siguiente para reconducir su atención hacia la solución del problema, en lugar de culpabilizarse: “Decididamente, actué de un modo inadecuado. Los seres humanos hacen esto. Ahora bien, ¿qué hice exactamente y cómo puedo corregirlo, o al menos no repetirlo?
Identificar y desafiar el pensamiento distorsionado que refuerza la culpabilización
Una de las formas básicas de pensamiento distorsionado que refuerzan la culpabilización es el pensamiento debería/debo, especialmente la idea errónea de que la vida debería ser bella.
Cada vez que se encuentre diciendo o pensando que alguien o algún acontecimiento es injusto, recuerde que la imparcialidad total, como la perfección, es imposible de lograr en el mundo real. La creencia de que la vida debería ser bella magnifica estas desigualdades y las hace parecer mucho más importantes de lo que realmente son.
Convénzase de que la injusticia y la desigualdad son realidades de la vida. Las acciones hechas con buenas intenciones en ocasiones resultan ser lesivas o injustas debido a una falta de conocimiento o de comprensión. El único enfoque racional para vivir en un mundo injusto es centrarse en las necesidades. Determine si algo que realmente necesita o desea está siendo frustrado o amenazado. Si es así, concéntrese en desarrollar un plan para mejorar la situación.
La sobregeneralización y la magnificación son otros tipos de pensamiento distorsionado que refuerzan la culpabilización. Cada vez que se encuentre condenando o culpabilizando a alguien por un problema en lugar de utilizar en enfoque de solución de problemas para resolverlo, reexamine su autodiscurso y busque el pensamiento debería/debo (especialmente en forma de pensamiento de todo o nada), la sobregeneralización, la magnificación y cualquier otra forma de pensamiento distorsionado que pueda estar empleando. Si la culpabilización es un problema importante para usted, utilice el método de bloque descrito en la lección 5 para analizar su pensamiento y practicar el autodiscurso racional. Cuando su capacidad para identificar y desafiar el pensamiento distorsionado aumente, llegará a resultarle más fácil dejar de culpabilizar.
Aprender a tratar los comportamientos negativos de los demás objetivamente
Un signo de madurez emocional es la capacidad para evitar ejercer represalias contra las personas que actúan de manera detestable o que le hacen daño; llegar a sentirse enfadado interfiere en su capacidad para razonar y corregir la situación.
Concéntrese en identificar las acciones más efectivas que pueda emprender para mejorar o, al menos, salir adelante con la situación.
Su principal preocupación lógica es planificar acciones que pueda emprender para protegerse y, si es posible, satisfacer sus necesidades. Esto llega a resultar más fácil cuando aumenta su capacidad para identificar y desafiar el pensamiento debería/debo.
Otro modo de ser objetivo cuando se enfrente con comportamientos negativos por parte de los demás es formularse las siguientes cuatro preguntas:
v ¿Realmente me importa lo que hace esta persona?
v ¿Verdaderamente me afectan las acciones de esta persona?
v ¿Es probable que esta persona cambie si yo hago el esfuerzo de ayudarla con ese propósito?
v ¿Realmente tengo el tiempo y la energía que se requieren para ayudar a cambiar a esta persona?
A menos que pueda responder a todas las preguntas precedentes con un “sí” rotundo, manténgase un poco al margen de los errores y defectos de los demás. Cuando considere que vale la pena llegar a implicarse en ayudar a alguien a cambiar, hágalo de una manera equilibrada. Adopte una actitud permisiva, no crítica. Tenga presente lo difícil que resulta cambiar.